La foto de arriba es de los años 40, lo que hoy es la calle Maragall, justo detrás del patio de los Salesianos, que es donde comenzaba el barrio, varios de estos terrenos fueron comprados y revendidos por el Sr. Dressell.
La segunda foto, es de "Villa Moragas", popularmente llamado "el barco", esta familia de la cual colgaré información más adelante, tuvo mucha importancia en el desarrollo del barrio.
La tercera foto, un grupo de jóvenes con bicicleta, en principio representaba una forma de estatus económico, junto con el reloj de pulsera y un buen abrigo, para los más afortunados, lo que constituyó una propaganda que hizo de efecto llamada en algunos de los pueblos de España.
La cuarta foto, el famoso bar "Parador" regentado por la familia "Gracia", de la que estamos recopilando información. Este bar era el punto de reunión para todos cuantos concertaban una cita en el barrio, muy concurrido, sobre todo al mediodía, y en los horarios de coger el tranvía para ir a trabajar a Mataró, como se decía entonces. En él se celebraron los primeros bailes y alguna que otra recolecta económica con fines solidarios.
- 6 -
Al principio todo el que llegaba encontraba trabajo, por lo que las mejoras económicas enseguida se dejaban notar y en cuanto sacabas un poco la cabeza, te comprabas ropa, reloj y los más afortunados hasta una bicicleta, que abría muchas posibilidades en muchos aspectos. Todas estas adquisiciones eran naturalmente a plazos, los prestamistas estaban haciendo las américas sin moverse de casa, Almacenes San Jorge, La Ciudad de Londres, Casa Serras y su departamento de préstamos "Créditos Iluro", vieron como aumentaban sus beneficios y ampliaban sus negocios, a pesar de que al cabo de algunos años, cuando comenzó a no haber trabajo para todos, sus ganancias se vieron reducidas y algunos de vieron obligados a desaparecer, aunque otros han llegado hasta el presente.
La compra del primer traje, el primer abrigo, el primer reloj -con muchos diamantes interiores como era de rigor en la época, -eran el paso previo a la foto - si podía ser, en los estudios "Caballé", una señal más de prestigio personal.
Estas fotos que se enviaban a los familiares y amigos del pueblo respectivo, significaron un efecto reclamo, que en los siguientes años hicieron crecer la emigración de una manera determinante, llegando en pocos años al mayor pico de llegadas.
El efecto llamada, como se ha catalogado a principios del siglo XXI, fue desbastador, los trenes, sobre todo el más famoso "El Sevillano", llegaban abarrotados, con los pasillos intransitables, lo que convertía el viaje el algo infernal. Para entonces, la policía y la guardia civil, desbordados ambos cuerpos, habían recibidos órdenes de aflojar los controles de los primeros años y ya no detenían a los que llegaban sin trabajo y sin domicilio fijo, con lo que finalmente "El éxodo", se convirtió en un auténtico problema que desbordó a todos los ayuntamientos de las grandes ciudades de Cataluña, que tardarían muchos años en afrontar, ante la falta de medios y de voluntad política en la época.
A pesar del esfuerzo por disimularlo, los ayuntamientos eran y estaban compuestos por elementos puramente franquistas, que defendían el sistema a capa y espada, por lo que la prensa se guardaba mucho de ciertas críticas que en ese tiempo se pagaban muy caro, por lo que se tardaron algunos años, para que se comenzaran a escuchar voces y las primeras denuncias, sobre lo que estaba ocurriendo en barrios abandonados en todos los aspectos donde miles de personas malvivían en auténticas chabolas, en condiciones deplorables de sanidad y faltos de cualquier tipo de servicios.
En Mataró, no será hasta comienzo del año 1953, cuando comiencen a alzarse voces preocupadas, por lo que estaba sucediendo, aunque también hay que decirlo, más preocupados por la salud cristiana de sus moradores, que de los verdaderos problemas de vivienda, trabajo, escuelas y cualquier cosa que pudiera dignificarlos.
Algunas voces publicadas, dejan entrever claramente que la primera preocupación era, que en las mismas habitaciones pudieran convivir personas de distinto sexo, lo que daba pié a toda clase de fantasías pecaminosas.
Será en la parroquia de San Juan y San José, a la cual pasamos a depender, donde se levantaran las primeras voces y donde va a surgir un movimiento de ayuda económica y religiosa, que por medio de su párroco Rvdo. Pedro Sola, solicita el 10 de septiembre de este mismo año 1953, un permiso para la construcción de los que iba a ser un sencillo templo o capilla, del que se podrían cuidar los PP Salesianos, en un terreno cedido por los consortes Domingo Biada y Sra, aunque esta primera tentativa sería desestimada.
Un tiempo después, el obispado de Barcelona, nombra al entonces párroco de la parroquia de San Julián de Argentona, Juan Luis González Haro, como encargado de gestionar y poner en marcha la erección de una nueva parroquia.
Juan Luis, al que llamamos popularmente "Padre Biscuter", -que merece párrafo aparte- se dedica en cuerpo y alma a conseguirlo, finalmente será nombrado párroco de la nueva parroquia de Mª Auxiliadora, como se llamará por la presión de los PP Salesianos, ya que la primera propuesta fue llamarla de Ntra Sra. de las Mercedes, que era el nombre de la mujer de uno de los benefactores.
Alrededor de la nueva PARROQUIA, comienzan una serie de actividades, que la convierten en el epicentro de todos los acontecimientos sociales del nuevo barrio, pasando su párroco a ser un buen interlocutor entre los nuevos vecinos y el ayuntamiento, aunque unos años más tarde veremos como algunos de los que en un principio estuvieron a su lado, apoyados por una parte del sector religioso de la ciudad, que no veían con buenos ojos su pertenencia al Opus Dei, terminarán traicionándolo firmando una denuncia contra su persona, que envían al obispado, acusándole de ser el párroco de los ricos, sin otro fundamente que su relación con ellos, con los que no tenía más remedio que relacionarse si quería recaudar fondos para la construcción de la iglesia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario