OTRAS HISTORIAS

lunes, 12 de diciembre de 2016

FAMILIA MUÑOZ - RIOS



José en el servicio militar





Antonia Ríos Ternero, de soltera trabajando en el textil, en los años cincuenta.

José Muñoz Torreblanca, llegaba a Mataró a finales del año 1950, soltero, ejerce varios trabajos hasta juntar unos ahorros, con lo que el año 1953 compra un solar a Biada, que era el propietario de casi todos los terrenos de Cerdanyola sur. A ratos como casi todos en aquella época, con tochanas de la cercana bóvila, que existía junto a la ahora Ronda Tarradellas y con agua de una mina que reventaba un poco mas abajo, donde iban muchas mujeres a lavar, ya que Cerdanyola carecía de agua, bueno de agua y de todos los servicios, ya que ni siquiera había un plan urbanístico, termina construyéndose su primera vivienda.


En el 24 de Julio de 1958, se casa con Antonia Ríos Ternero, también de Villanueva de la Concepción como él, a la que ya conocía de su pueblo. El viaje de novios, como casi todos en aquella época un día por Barcelona y al otro al tajo de nuevo, había quien ni eso.





El año 1962, abre el Bar Villanueva, en recuerdo de su pueblo natal, para esa época ya habían tenido el hijo mayor Antonio, que había nacido el año 59; seis años mas tarde venía al mundo su 2º hijo, Gabriel, y otros seis años después llega el pequeño José María.



En los años 70, después de varias reformas, comienza como restaurador, sirviendo comidas caseras.
Unos años después se hace con la vivienda de al lado, de una forma un poco casual, resulta que en ella residía una vecina que con frecuencia se caía rodando por la escalera y siempre le tocaba a él llevarla a la clínica, una vez, cansado ya de hacer de ambulancia, le propuso a la vecina comprarle el piso a cambio de otro que él le tuvo que pagar, para posteriormente por el mismo procedimiento y a base de créditos  e hipotecas, hacerse con el resto del edificio. Anexionando las dos viviendas, construye el ahora nº 69 de la calle Jaime I, reforma nuevamente el bar, con una nueva cocina y abre ya el actual Restaurante, en el que se emplea al completo toda su familia.







A partir de aquí se convierte en unos de los restaurantes de referencia del barrio de Cerdanyola, tanto para los vecinos, como para comensales que vienen de los diferentes  barrios de Mataró, así como de fuera de la ciudad, atraídos por una carta extensa y variada, junto a unos precios asequibles a todos los bolsillos, y un servicio muy familiar.



Don José Muñoz Torreblanca, 55 años de servicio a sus clientes, todo un lujo para nuestro barrio

En tantos años detrás de un mostrador ha vivido muchas anécdotas, pero la que mejor recuerda es la de que una vez le sucedió con un cliente que tras apurar su cerveza, dejó una propina de 6 céntimos de las antiguas pesetas. El Sr. José tocó la campana, como era costumbre y el cliente se lo tomó como una indirecta, se enfadó de tal manera que terminó por llamar a la policía, finalmente cuando esta hizo acto de presencia, le hizo entrar en razones, aunque eso sí perdió un cliente, ya que nunca más volvió al bar. 

Son uno de los muchos ejemplos de personas emprendedoras que llegaron con el único patrimonio de sus manos y una enorme gana de trabajar y a base de esfuerzo y tesón, lograron abrirse paso en una época muy difícil, con el añadido de dejarles abierto un camino más fácil a sus hijos, que se han involucrado con él en el negocio.

Se da la circunstancia que con el paso del tiempo, el bar se ha ido modernizando y adaptando a las necesidades de su clientela, convirtiéndose en el Bar Restaurante más antiguo y apreciado de Cerdanyola, 

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