OTRAS HISTORIAS

martes, 28 de febrero de 2012

SALESIANOS.- Página 2

SALESIANOS
Página 2





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Estas CINCO fotografías están extraídas del libro de Ramón Alberdi, "SALESIANS-MATARÓ", editado con motivo de cumplirse el centenario de la presencia Salesiana en Mataró, su lectura, me ha servido para confrontar datos del archivo municipal, un libro interesante que recomiendo a todos cuantos os apetezca conocer la historia de nuestra ciudad y que está disponible en nuestra biblioteca pública municipal.

La primera, es del Patricio Mataronés, ejerciendo funciones diplomáticas: la siguiente es de su segunda esposa,  Margarita Segarra i Puig, con quien inicia el proyecto Salesiano; las dos siguientes son de su primer matrimonio a poco de celebrase su boda, y la de abajo, de la vivienda que adquirió en el centro de Mataró, en la que fijó la que sería su última residencia.

ANTONI CUYAS SAMPERE, fue un mataroní que emigró muy joven en busca de aventuras y de un futuro mejor, llegó hasta América, donde logró una considerable fortuna, con motivo de la guerra que mantuvieron Argentina y Brasil.

En 1929, con 27 años se casa con MARÍA BLANCO ARGIBEL, conocida como "Mariquita Blanco", una caprichosa joven que influenciada por un tío suyo y un entorno familiar muy religioso, con tan solo 12 años había prometido hacer voto de castidad.
Su matrimonio, según escribe en sus memorias el propio Cuyas, fue un auténtico fracaso desde el mismo día de su boda, cuando la niña se niega a perder su virginidad, cosa que según se rumoreaba lo consiguió, si bien no se puede asegurar, lo cierto es que el matrimonio no tuvo descendencia y que sus relaciones fueron muy distantes.

En 1862, cuando acababa de cumplir los 60 años, da por concluida su aventura, liquida sus negocios y tres años después el 10 de enero de 1865, regresa y se instala en Lisboa.
Dispuesto a disfrutar de unos años, sino ya de placeres, sí al menos de calma y tranquilidad, deja a su mujer internada en un sanatorio mental y se lanza a un viaje que le llevará a Madrid, Roma, Paris, Londres y Barcelona.
Regresa a Lisboa a recoger a su mujer y se va a vivir un tiempo a Vilassar de Mar, donde conocerá a MARIA SEGARRA I PUIG, soltera, e hija de un constructor de barcos, con el que mantenía una buena amistad y termina casándose con ella a los pocos días de la muerte de Mariquita Blanco.

Con su nueva esposa, se instala en una casa que compra en pleno centro de Mataró, en el número 33 de la rambla, al tiempo que adquiere varios  terrenos, entre los que se encuentra el paraje "Molí de Vent", a los pies del Turó de Cerdanyola, lugar,  donde se construirá el colegio Salesiano.

La religiosidad de su segunda esposa y la falta de descendencia, le hace embarcarse en el proyecto de traer a los Salesianos a Mataró, eso era sobre 1891, por diversas dificultades que se fueron sucediendo a los largo de 17 años, murió, sin haberlo visto finalizado.

Será su viuda María Segarra, quien en 1903, retoma el proyecto, pero tampoco verá cumplido su sueño, fallece antes, eso sí nombra unos albaceas, que continuarán y finalizarán las obras, inaugurando el colegio el 24 de abril de 1905.




martes, 21 de febrero de 2012

SALESIANOS.- Página 1

SALESIANOS
Página 1




La foto de arriba es el colegio Salesianos el año 1905, vista desde arriba del Turó de Cerdanyola y se puede comprobar que en los terrenos que hoy ocupa nuestra barriada, no existían edificaciones de ningún tipo, todo eran extensiones agrícolas en explotación, pertenecientes a diferentes familias. 


La foto de abajo de principio de los años 50 (aportada por Moisés Merchan), es uno de los primeros planos que existen de la incipiente barriada, con solo las calles, Mayor, Plaza Gatassa, Gatassa, Mª Auxiliadora, San Juan Bosco, Santo Domingo Sabio, Calasanz Márques, Rosellón, y Vitoria.

Entre ambas fotos han transcurrido más de cuarenta años y se puede comprobar la influencia del Colegio Salesianos ya desde su inicio, con solo comprobar los nombres de las primeras calles.

Existen documentos que se remontan al año 1025, en los que escrito en latín se detalla una de sus propiedades, del señor feudal del castillo de Burriach, que va desde Argentona hasta los límites de "El Turó de Cerdaniola"

Otro documento de 1362, en los que también figura las limitaciones de varios terrenos de esa zona que han ido cambiando de propietarios con el transcurso de los años.

Y otro de principios del siglo XVIII, que describe un terreno situado en el "Puig de Sardañola",  nombre con el que era conocido el barrio al principio, junto con el de "Pueblo Seco".

A finales del siglo XIX y principios del XX, se comenzaron a edificar algunas de las masías, que ya han sido descritas en otros libros, cuya mayor parte fueron demolidas al final del pasado siglo y de las que solamente dos o tres sobreviven en la actualidad.

Será en esa época de finales del siglo XIX, cuando vuelven a Cataluña, muchos de los llamados "Indianos", con sus amasadas fortunas y se instalan en diferentes ciudades, en las que han dejado la impronta y la estela de sus riquezas, en edificaciones monumentales y obras de todo tipo social.

Uno de ellos, sin pretenderlo, tendrá una gran preponderancia, en la fundación de nuestra barriada, ya que será su decisión de construir un colegio y traer a los Salesianos a gestionarlo, la que a la larga supondrá una influencia de vital importancia en los primeros pasos de la consolidación de nuestro barrio.

Para que más adelante podamos encajar a una serie de personajes que irán apareciendo, es por lo que finalmente he optado por adelantarme unos años y situar estas historias a partir de los primeros años siglo XX, o sea unos años antes de que comenzaran a llegar emigrantes del resto de España, ya que a nivel autóctono, era bastante el trasiego entre los pobladores de las diferentes zonas de la Cataluña rural, hacia las ciudades más industrializadas como era Mataró en aquella época.




martes, 14 de febrero de 2012

A VISTA DE PAJARO






Estas fotos dejan entrever, desde del Camino del Medio por abajo,-lado del mar- y desde la Ronda Bellavista -lado montaña-el lugar donde finalmente termina consolidándose nuestra barriada, con el colegio Salesianos como punto de referencia, son  de principios del siglo XX.

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Mi primera intención fue comenzar las "Historias", con  la década de los cincuenta, basándome en los años consecutivos en que la emigración llegó a su punto más álgido, pero dejaría atrás unos hechos  y sobre todo unas personas que tuvieron mucha influencia en su posterior desarrollo, que fueron los verdaderos pioneros, y con su trabajo pusieron la primera semilla de la convivencia que tanto significó  en esos primeros años de necesidades y solidaridad.
Mataró apenas acababa de reponerse de otra época de penurias, hay que recordar que a primeros de siglo era un ciudad pujante, con industrias del ramo textil,  especializadas en ropa interior, sobre todo camisetas y calzoncillos.
Estas exportaciones tuvieron su punto culminante durante la Gran Guerra Mundial de 1914,  cuando empresas como la "Martí Pascual", abastecían al ejército Turco, pero que al acabar la guerra vieron disminuida su capacidad de producción, lo que trajo paro y necesidad en la población que se veía incapaz de hacer frente a los alquileres, lo que dio pié a muchos desahucios.
Cuando la situación comenzaba a remontarse, vino la guerra civil de 1936, que acabó con la recuperación, y dio paso a una nueva etapa de carencias y necesidades que duraría mucho tiempo y que abarca los años en que la emigración fue la única solución para miles de familias de toda la geografía hispana.
En los primeros años de la década de los cincuenta, yo era un niño plenamente feliz, dentro de una familia modesta, y aprendía en los libros, de la mano de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, los llamados de la Salle, en el colegio de San Francisco Javíer de Antequera, al margen y ajeno a los avatares y acontecimientos del momento.
Ni en la más remota de mis ensoñaciones, cabían los acontecimientos que tres años después me llevarían a estudiar a Madrid, y dos años más tarde en abril de 1957, me llevarían a una ciudad que solo conocía, de leer su nombre en las etiquetas de fabricación de la medias de nylón de Can Gassol, que vendían los muchos que en esa época intentaban ganarse la vida con el estraperlo con Gibraltar.
Mi padre en esa época regentaba un bar, donde se daban cita muchos vendedores, por estar de paso hacia la estación desde donde llegaban, que quedaban muy defraudados cuando me pedían que les leyera la etiqueta y terminaban conociendo que Mataró, era una ciudad de la provincia de Barcelona y no de Inglaterra como ellos y la gente que las compraba creían, así que le pedían una tijeras a mi padre recortaban la etiqueta dejando solamente la marca de Gassol,  y luego las vendían como un producto ingles.
El paso de los años y mi compromiso con mi barrio me llevó a llevar a cabo este proyecto, con la intención de que no se pierda definitivamente muchos de los momentos y hechos, que dieron pié a la consolidación del mayor barrio de nuestra ciudad, el de Cerdanyola.
Me hubiera gustado llevarlo a cabo con la colaboración de otros amigos, pero el tiempo y los acontecimientos, hacen que muchas veces las cosas no se realicen tal como se proyectan.

martes, 7 de febrero de 2012

CALLE MARAGALL EL BARCO Y EL PARADOR





La foto de arriba es de los años 40, lo que hoy es la calle Maragall, justo detrás del patio de los Salesianos, que es donde comenzaba el barrio, varios de estos terrenos fueron comprados y revendidos por el Sr. Dressell.

La segunda foto, es de "Villa Moragas", popularmente llamado "el barco", esta familia de la cual colgaré información más adelante, tuvo mucha importancia en el desarrollo del barrio.

La tercera foto, un grupo de jóvenes con bicicleta, en principio representaba una forma de estatus económico, junto con el reloj de pulsera y un buen abrigo, para los más afortunados, lo que constituyó una propaganda que hizo de efecto llamada en algunos de los pueblos de España.

La cuarta foto, el famoso bar "Parador" regentado por la familia "Gracia", de la que estamos recopilando información. Este bar era el punto de reunión para todos cuantos concertaban una cita en el barrio,  muy concurrido, sobre todo al mediodía, y en los horarios de coger el tranvía para ir a trabajar a Mataró, como se decía entonces. En él se celebraron los primeros bailes y alguna que otra recolecta económica con fines solidarios.

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Al principio todo el que llegaba encontraba trabajo, por lo que las mejoras económicas enseguida se dejaban notar y en cuanto sacabas un poco la cabeza, te comprabas ropa, reloj y los más afortunados hasta una bicicleta, que abría muchas posibilidades en muchos aspectos. Todas estas adquisiciones eran naturalmente a plazos, los prestamistas estaban haciendo las américas sin moverse de casa, Almacenes San Jorge, La Ciudad de Londres, Casa Serras y su departamento de préstamos "Créditos Iluro", vieron como aumentaban sus beneficios y ampliaban sus negocios, a pesar de que al cabo de algunos años, cuando comenzó a no haber trabajo para todos, sus ganancias se vieron reducidas y algunos de vieron obligados a desaparecer, aunque otros han llegado hasta el presente.
La compra del primer traje, el primer abrigo, el primer reloj -con muchos diamantes interiores como era de rigor en la época, -eran el paso previo a la foto -  si podía ser, en los estudios "Caballé", una señal más de prestigio personal.
Estas fotos que se enviaban a los familiares y amigos del pueblo respectivo, significaron un efecto reclamo, que en los siguientes años hicieron crecer la emigración de una manera determinante, llegando en pocos años al mayor pico de llegadas.
El efecto llamada, como se ha catalogado a principios del siglo XXI, fue desbastador, los trenes, sobre todo el más famoso "El Sevillano", llegaban abarrotados, con los pasillos intransitables, lo que convertía el viaje el algo infernal. Para entonces, la policía y la guardia civil, desbordados ambos cuerpos, habían recibidos órdenes de aflojar los controles de los primeros años y ya no detenían a los que llegaban sin trabajo y sin domicilio fijo, con lo que finalmente "El éxodo", se convirtió en un auténtico problema que desbordó a todos los ayuntamientos de las grandes ciudades de Cataluña, que tardarían muchos años en afrontar, ante la falta de medios y de voluntad política en la época.
A pesar del esfuerzo por disimularlo, los ayuntamientos eran y estaban compuestos por elementos puramente franquistas, que defendían el sistema a capa y espada, por lo que la prensa se guardaba mucho de ciertas críticas que en ese tiempo se pagaban muy caro, por lo que se tardaron algunos años, para que se comenzaran a escuchar voces y las primeras denuncias, sobre lo que estaba ocurriendo en barrios abandonados  en todos los aspectos donde miles de personas malvivían en auténticas chabolas, en condiciones deplorables de sanidad y faltos de cualquier tipo de servicios.
En Mataró, no será hasta comienzo del año 1953, cuando comiencen a alzarse voces preocupadas, por lo que estaba sucediendo, aunque también hay que decirlo, más preocupados por la salud cristiana de sus moradores, que de los verdaderos problemas de vivienda, trabajo, escuelas y cualquier cosa que pudiera dignificarlos.
Algunas voces publicadas, dejan entrever claramente que la primera preocupación era, que en las mismas habitaciones pudieran convivir personas de distinto sexo, lo que daba pié a toda clase de fantasías pecaminosas.
Será en la parroquia de San Juan y San José, a la cual pasamos a depender, donde se levantaran las primeras voces y donde va a surgir un movimiento de ayuda económica y religiosa, que por medio de su párroco Rvdo. Pedro Sola, solicita el 10 de septiembre de este mismo año 1953, un permiso para la construcción de los que iba a ser un sencillo templo o capilla, del que se podrían cuidar los PP Salesianos, en un terreno cedido por los consortes Domingo Biada y Sra, aunque esta primera tentativa sería desestimada.
Un tiempo después, el obispado de Barcelona, nombra al entonces párroco de la parroquia de San Julián de Argentona, Juan Luis González Haro, como encargado de gestionar y poner en marcha la erección de una nueva parroquia.
Juan Luis, al que llamamos popularmente "Padre Biscuter", -que merece párrafo aparte- se dedica en cuerpo y alma a conseguirlo,  finalmente será nombrado párroco de la nueva parroquia de Mª Auxiliadora, como se llamará  por la presión de los PP Salesianos, ya que la primera propuesta fue llamarla de Ntra Sra. de las Mercedes, que era el nombre de la mujer de uno de los benefactores.
Alrededor de la nueva PARROQUIA, comienzan una serie de actividades, que la convierten en el epicentro de todos los acontecimientos sociales del nuevo barrio, pasando su párroco a ser un buen interlocutor entre los nuevos vecinos y el ayuntamiento, aunque unos años más tarde veremos como algunos de los que en un principio estuvieron a su lado, apoyados por una parte del sector religioso de la ciudad, que no veían con buenos ojos su pertenencia al Opus Dei, terminarán traicionándolo firmando una denuncia contra su persona, que envían al obispado, acusándole de ser el párroco de los ricos, sin otro fundamente que su relación con ellos, con los que no tenía más remedio que relacionarse si quería recaudar fondos para la construcción de la iglesia.